A principios de los 80 la juventud, y por tanto el propio rock and roll realizado en el país, sufría una crisis de referentes. En 1981 un grupo de adolescentes caraqueños, estudiantes del Colegio San Ignacio de Loyola, forman una miniteca llamada Spit y, luego, una banda musical que denominaron “Dead Feeling”. A partir de 1983, luego de participar en “Primer Festival de Música Punk Rock” de El Poliedro, se cambian el nombre a Sentimiento Muerto, para con mucho humor y cinismo en sus canciones, adaptar el punk a la manera venezolana. Ese año la agrupación estaba conformada por Carlos Eduardo Troconis (Cayayo) en el bajo- guitarra y Alberto Cabello en la batería, el duo con mayor peso en la composición musical y lírica de los primeros tiempos; completada por Pablo Dagnino en la voz, Edgar Jiménez en la guitarra y Erwin Schafer (Wincho) en el bajo.

La banda se presentaba en sitios no convencionales y realizaba una difusión desconocida en ese momento para otros grupos de rock: Logo, comics, grafitis y un performance creativo sobre el escenario en cada presentación. Entre 1985 y 1986 grabaron 27 temas que fueron divulgados, de mano en mano, en cassettes independientes. Para 1987 varias de estas canciones fueron regrabados para su primer disco formal: “El amor ya no existe, hay que hacerlo”, que durante muchos años sería la producción de rock venezolano de mayor venta en el país.

Las letras del período punk de Sentimiento Muerto, escritas en su mayoría por Alberto Cabello, son una radiografía de la Venezuela de la época, así como el existencialismo y la decepción de una generación con la realidad que habían heredado de sus mayores. Como las obras maestras sin fecha de caducidad, algunas continúan interpelándonos hasta el día de hoy. En la canción “Miraflores” afirman: “Quiero trabajar en el gobierno: para tener una casa gigante / para que nadie a mí me aguante / para no sufrir por la escasez / para ser parte de la corrupción”, mientras que en el tema “Educación anterior” cantan: “Políticos hablan de juventud / Ellos quieren que trabajemos / Con el ejemplo que nos han dado ya yo sé dónde estamos parados / ¿Y cómo quieren que yo haga algo?” . Luego de su debut discográfico, grabaron dos placas más “Sin sombra no hay luz” (1989) e “Infecto de afecto” (1992), donde se alejan de sus influencias punks, para finalmente disolverse en 1992.