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IMPRESA de éste libro:
índICE
De King’s Road al Bulevar de Sabana Grande: una genealogía del punk venezolano
Sentimiento Muerto (1981-1992): el inicio del punk rock en medio de la crisis venezolana de los ochenta.
RajataVla: Zona liberada
La balada de Flecha. Punk y ejecuciones extrajudiciales en manifestaciones
M a u r i c i o , cómprame un helado. La historia de 4to Reich y Holocausto contada por sus protagonistas
Crepúsculos impresos con fanzines. Cuando Barquisimeto fue capital nacional de la prensa subterránea.
Las tumbas son para los muertos. Punks, torturas y detenciones arbitrarias en Venezuela.
Psh-Psh: La respuesta a la hegemonía masculina del primer punk venezolano
Sicario: Cuando el hardcore se hizo banda sonora
Adolescencia a fin de siglo: Neopunk sin vocación heroica.
Contra todo pronóstico: el viaje de la segunda generación anarcopunk y su naufragio en la dictadura del siglo xxi −como Conferry-
Decodifícame al chavismo. Lírica y estética punk de protesta bajo gobiernos bolivarianos
introDUCCIÓN y AGRADECIMIENTOS
Este no es un libro sobre individuos, aunque los personajes están presentes en cada uno de los capítulos. Tampoco es un catálogo de bandas o anécdotas de conciertos y peleas inter-Tribales: La violencia sin sentido, presente más de lo necesario, siempre aburrió. Los fragmentos, que leerán a continuación, fueron los que quisimos y pudimos recordar. Nuestras lagunas y omisiones deberán ser contadas por otros, con mayor o menor destreza.
Lo mucho o lo poco que se vivió como punk lo abordamos como una excusa para conversar sobre la Venezuela que fuimos y la que deberíamos ser. Siendo la banda sonora que nos permitió llegar a lo que somos, este libro es nuestro acto de reciprocidad a todas esas canciones y bandas que nos dieron el combustible necesario para continuar en el camino de la dignidad humana, cualquier cosa que ello sea. Lo que no se comparte se olvida. Tener memoria en un país de recuerdos cortos e interesados, es la actitud más punk que existe. Ya lo dijo otra banda de cuatro acordes: La mejor venganza es tener éxito. Esto también es el testimonio que sobrevivimos, casi intactos, a la época más oscura de nuestra historia reciente.
Finalmente queremos expresar nuestra gratitud con todas aquellas personas que, de manera desprendida, nos compartieron sus archivos personales: Edgar Jiménez, Felix Allueva y la Fundación Nuevas Bandas, Ingrid Dreissig, Elías Yanez, Roger Núñez, Juan Ignacio Morasso, Juan Pablo Núñez y Johnny Castro. También a la banda Agente Extraño, que accedió generosamente a recuperar canciones y tocarlas alrededor de la promoción del libro.
Los editores
próLOGO
Cuando Venezuela era el mejor país del mundo teníamos grandes artistas de protesta. Yo iba a ver a Sentimiento Muerto a Mata de Coco y sacaba las canciones de Alí Primera con mi primera guitarra. Todos cantaban arrechos sobre lo jodidos que estábamos. Y ahora que estamos jodidos de verdad nadie canta arrecho. Porque para cantar arrecho hace falta energía, hace falta billete, hace falta dignidad. Dicen que para tiempos tristes música alegre y para tiempos alegres música triste. Dicen que éramos felices y no lo sabíamos.
Cuando yo era carajito o eras punk o eras heavy metal. No te podían gustar Sex Pistols y Iron Maiden. Tenías que decidir, tenías que escoger un bando. En Caracas esos bandos estaban bastante bien delimitados geográficamente: el Oeste era metalero y el Este punk. Los pobres, en Caricuao, cantaban sobre dragones y magos; los ricos del Country Club se quejaban de lo injusta que era nuestra sociedad. Extraño, paradójico, contra intuitivo, como la naturaleza humana, como Venezuela.
Yo crecí entre San Agustín y La Pastora pero siempre me identifiqué más con los punketos y escuchaba Guns N’Roses a escondidas de mis amigos. Porque aunque punk celebraba la individualidad, había que vestirse y peinarse de cierta forma y escuchar cierta música. Pero esas contradicciones escapaban a mi ímpetu adolescente, me seducía el espíritu rebelde, la ironía, la energía descontrolada. Me seducía la poesía por encima de la técnica. Me seducía el ruido, el sucio.
La música punk era sucia y los músicos también. Sin embargo, las letras eran profundas, sensibles, inteligentes. Eran letras de carajos que pensaban mejor de lo que tocaban, que preferían leer libros en vez de partituras, vivir en vez de practicar escalas. Muchas de esas letras eran de protesta; creo que, más que por un sentido de justicia, por una necesidad en demoler lo establecido. Más que por amor al débil por odio al poderoso. El hecho es que el punk tenía un discurso, una estética, una filosofía, y dominó al rock por 30 años, desde Ramones hasta su muerte. Y con el rock murió el punk, Punk not Dead fueron sus últimas palabras. Todo muere, así es la vida.
No sé realmente si esas letras cargadas de contenido social me hicieron una persona más consciente, no creo. No sé si escuchaba The Clash y Silvio Rodríguez por sus letras o a pesar de ellas. Nadie va a arreglar el mundo con una canción, pero si lo vas a intentar más te vale que sea con una buena.
Azier Casalis
Caracas, 2019
capÍTULO
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El fenómeno que se conoció como “punk”, a partir de 1977, tuvo como responsables de su popularidad inicial la colisión de dos personalidades: Malcolm Mc Laren y Johnny “Rotten” Lydon, quienes desde la banda Sex Pistols cambiaron la historia de la música y de toda la cultura. Si bien aquello era el resultado de una larga lista de antecedentes e influencias, fueron las Pistolas Sexuales quienes tardaron 26 meses en sacar su primer y único disco, y sólo 3 meses más disolverse víctimas de la tormenta que habían generado. Mc Laren y Rotten fueron pioneros, a los que luego se sumarían otras parejas creativas como Steve Jones y Joe Strummer (The Clash), Penny Rimbaud y Steve Ignorant (Crass), Exene Cervenka y John Doe ( X) y Greg Ginn y Chuck Dukowski (Black Flag), entre otros… Ver más
Rafael Uzcátegui
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A principios de los 80 la juventud, y por tanto el propio rock and roll realizado en el país, sufría una crisis de referentes. En 1981 un grupo de adolescentes caraqueños, estudiantes del Colegio San Ignacio de Loyola, forman una miniteca llamada Spit y, luego, una banda musical que denominaron “Dead Feeling”. A partir de 1983, luego de participar en “Primer Festival de Música Punk Rock” de El Poliedro, se cambian el nombre a Sentimiento Muerto, para con mucho humor y cinismo en sus canciones, adaptar el punk a la manera venezolana. Ese año la agrupación estaba conformada por Carlos Eduardo Troconis (Cayayo) en el bajo- guitarra y Alberto Cabello en la batería, el duo con mayor peso en la composición musical y lírica de los primeros tiempos; completada por Pablo Dagnino en la voz, Edgar Jiménez en la guitarra y Erwin Schafer (Wincho) en el bajo… Ver más
Biona López
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Los primeros punks caraqueños fueron parte de la fauna asidua al Bulevar de Sabana Grande. Sin embargo, algunos de ellos comenzaron a sentir que desencajaban allí y comenzaron a frecuentar el Café Rajatabla, en las inmediaciones del Ateneo de Caracas, donde se respiraba un ambiente de creatividad y tolerancia. Aquellos jóvenes se reconocieron unos a otros, se hicieron tribu y crearon una identidad basada en la manera de vestirse y peinarse, pero también por las ideas políticas radicales, que condicionaban lo que leían, pero especialmente las bandas que escuchaban. Aquella comunidad tomó el nombre del Colectivo Rajatavla, interviniendo el logo de la Liga Socialista para dar a conocer su agitación punk… Ver más
Nowys Navas y Federico Ovalles-Ar
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En 1992 Provea reportó que 16 estudiantes habían sido asesinados en protestas por funcionarios policiales. Uno de ellos fue José Gregorio Romero Uzcátegui, asesinado en la Universidad Central de Venezuela el 2 de julio, y a quien las fotografías de prensa lo mostraron, luego de haber sido herido en el cuello por un perdigón”, con su corte de pelo estilo mohicano y su collar cadena de perro con candado, justo como lo usaba Sid Vicius de los Sex Pistols. Ver más
Rodolfo Montes de Oca
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Juan Ignacio Morasso (4to Reich): Nací en la generación sin ídolos. Nunca me identifiqué como Generación Halley, con Melissa, ni Guillermo Dávila, Karina o Yordano, no fui “Generación X” ni la mal llamada “Generación boba”. En 5to ó 6to grado viajé con un amigo a San Diego, California, donde vivía toda su familia. Estaba en pleno el furor del new wave. Allí tome la influencia patinetera y surfista. Ya en Caracas, después de esas vacaciones, sucede lo típico: Un vecino llamado Alberto Montero estudiaba en el colegio Don Bosco, con Guillermo Méndez, Ángel Pineda, Carlos Eduardo Troconis “Cayayo” y los Méndez. Alberto me propone hacer una banda. Así apareció 4to Reich, el nombre lo puso Ángel Pineda… Ver más
Juan Ignacio Morasso y Mauricio Cepeda
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En 1992 no existía twitter, Instagram ni Facebook. En ese momento, fuera de Caracas, la propia internet sonaba como algo de ciencia ficción. Ya había pasado la crisis económica del viernes negro, y la política del Caracazo, con lo que el sueño de la “Gran Venezuela” se había hecho pedazos. La juventud, en medio de la crisis de referentes, no sólo tuvo que inventar la música con la que pudiera identificarse, sino también publicaciones con los temas y enfoques que le interesaran. Es así como en la capital del estado Lara, Barquisimeto, un grupo de jóvenes decidieron sortear el tedio y el aburrimiento escribiendo e imprimiendo sus propios periódicos. Ciudad pequeña, infierno grande: Más temprano que tarde comenzaron a andar juntos, creando el “Grupo de Editores Alternativos” (GEA). Ver más
Rafael Uzcátegui
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Los punks venezolanos han pagado caro su afrenta a la autoridad. Desde los inicios del género en el país no sólo han tenido que aguantar las burlas e intolerancia de su entorno, sino torturas y detenciones arbitrarias por parte de los organismos policiales. En un primer momento, los malos tratos eran amparados por la llamada “Ley de vagos y maleantes”, que fue derogada en 1997 por la presión de las ONG de derechos humanos. Los casos se repiten tanto antes como después de 1998. Ver más
Rodolfo Montes de Oca
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Psh-Psh fue una banda totalmente femenina fundada en Venezuela a finales del año 1980 y cuya vida activa finalizó en 1988. Sus integrantes fueron Paz Alejandra Hidalgo en la guitarra y coros, Esther Cohen en la batería y coros y Ofelia Brito como bajista y cantante. Las dos primeras fueron reemplazadas por Lorena Gimeno Sassone en la batería, también integrante del grupo «El Enano de la Catedral», y por Tania Diacichi en la guitarra. Si bien no se etiquetaban a si mismas como “punks” -de hecho les incomodaba esta descripción-, lo cierto es que tenían todas las características, cronológicas y conceptuales, para ser consideradas como parte de la primera generación del género en nuestro país: Irreverentes -Su nombre proviene del gesto bucal con que los hombres intentan llamar la atención de una mujer-; Letras irreverentes y con preocupaciones sociales (guerra, religión, la alienación de la vida moderna…), presentaciones junto a las bandas punks de la época, cortes de cabello, estética y vestimenta más cercana al punk o al new wave que a cualquier otro estilo musical… Ver más
Rafael Uzcátegui
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En la década de los 90 el cine venezolano experimentó un retroceso, tanto en cantidad de películas estrenadas como en espectadores, respecto a los 10 años anteriores. En esta situación de crisis, sin embargo, el llamado “cine de temática social” fue la excepción, cuyos mejores exponentes fueron la pareja de directores Román Novoa y Elia Schneider, autores de films galardonados por la crítica y el público como fueron “Sicario”, “Huelepega” y “La ley de la calle”. Ver más
Rafael Uzcátegui
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Gracias a los avances audiovisuales que proporcionó la tecnología del momento en la mitad de la última década del siglo XX el punk rock se popularizó atrayendo a una significativa generación de adolescentes en Caracas. La música que produjeron fue llamada en su momento neopunk, el cual a diferencia del punk rock precedente, celebraba la primacía de lo musical distanciándose, asimismo, de la producción de mensajes políticos… Ver más
Erly J. Ruiz
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En 1977 la aparición del disco “Never mind the bollocks” de los Sex Pistols significó la popularización mundial del fenómeno punk, pero para un sector del propio movimiento también la institucionalización de su potencialidad subversiva como movimiento de cultura callejera. Desde el propio Londres los primeros que iniciaron una cruzada contra la comercialización fue la banda Crass que, combinando la manera de hacer punk con la ideología antiautoritaria ácrata, iniciaron una corriente conocida como “anarcopunk”… Ver más
Rodolfo Montes de Oca y Luis Qvintero
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¿Cuál fue la respuesta que el punk venezolano dio al fenómeno bolivariano? El punk experimentó el mismo proceso de cooptación estatal que otros movimientos sociales del país, especialmente durante los años 2004 al 2010, período de bonanza económica que permitió que el clientelismo gubernamental también permeara a las subculturas rockeras y domesticara institucionalmente algunas de sus expresiones. Sin embargo, una serie de bandas continuaron expresando, a través del discurso particular del punk, su histórico descontento con cualquier gobierno… Ver más
Humano Derecho Radio