En 1992 Provea reportó que 16 estudiantes habían sido asesinados en protestas por funcionarios policiales. Uno de ellos fue José Gregorio Romero Uzcátegui, asesinado en la Universidad Central de Venezuela el 2 de julio, y a quien las fotografías de prensa lo mostraron, luego de haber sido herido en el cuello por un perdigón”, con su corte de pelo estilo mohicano y su collar cadena de perro con candado, justo como lo usaba Sid Vicius de los Sex Pistols.

José Gregorio era una metáfora. Nació en 1971 en Caracas, de padre y madre militantes del partido Acción Democrática, martirizado cuando un miembro de la tolda blanca, Antonio Ledezma, era gobernador de Caracas, quien declaró que los manifestantes “además de incendiar vehículos están dominados por propósitos satánicos”.

Romero, entre los punks ucevistas, era conocido por el apodo de “Flecha”, debido a la lentitud de sus reacciones. Aquel julio aciago había sido convocada una jornada nacional de protesta estudiantil, y luego de las provocaciones policiales, como ha sido siempre hasta hoy, las piedras fueron respondidas con balas. Sólo ese día, la policía causó heridas graves a otros nueve estudiantes. Flecha duró 72 horas en estado de coma. La tradición oral cuenta que durante su velorio, que contó con la asistencia de muchas personas conmocionadas por el asesinato de un estudiante, sus amigos punks patearon la corona de flores que exhibía el logo del partido AD.

La banda Oktavo Pasajero inmortalizó el hecho con una canción, “Flecha”:

Tu cerebro traspasado
Inocente ave sagaz
Aunque lento y despistado
Luchabas por libertad

Tu cerebro traspasado
Por tuercas de autoridad
Aunque fuiste silenciado
No paramos de gritar
¡Arrrggggghhhhhhhh!