capÍTULO
RESUMEN
En la década de los 90 el cine venezolano experimentó un retroceso, tanto en cantidad de películas estrenadas como en espectadores, respecto a los 10 años anteriores. En esta situación de crisis, sin embargo, el llamado “cine de temática social” fue la excepción, cuyos mejores exponentes fueron la pareja de directores Román Novoa y Elia Schneider, autores de films galardonados por la crítica y el público como fueron “Sicario”, “Huelepega” y “La ley de la calle”.
El film que inició la trilogía, Sicario (1991), tuvo como protagonistas a Gledys Ibarra, Pedro Lander y Laureano Olivarez. Sin embargo, en el reparto participaron varios punks ligados al Colectivo Rajatavla de Caracas, especialmente Elías Yanez, poeta y vocalista de la banda Víctimas de la Democracia, que además fue parte de la banda sonora del film. “En ese tiempo –relata Elías-, creo que era 1991, José Ramón Novoa y Elia Schneider estaban en el proceso de casting para Sicario, y necesitaban unos punks y se acercaron al Ateneo -de Caracas-. Cuando nos contactan dicen que nosotros somos los propios. Les decimos que no somos actores, ni mucho menos, que para participar en una película dependía de qué se trataba, que necesitábamos leer el guión. Aun así, fuimos a sus oficinas, ahí nos tomaron fotos. Después con el tiempo nos contactaron y nos dijeron que sí, efectivamente querían que participáramos”.
Influenciado por el largometraje colombiano “Rodrigo D No Futuro”, de Victor Gaviria (1990), Sicario estableció una supuesta vinculación entre los fenómenos punk y sicariato en ese país que realmente no ocurrió de la manera en que se reflejó en la película. Andrea Restrepo, historiadora e integrante de la banda “Polikarpa y sus Viciosas”, afirmó: “Las primeras bandas de sicarios y las primeras bandas de punk salieron de los mismos sectores de la ciudad –de Medellín- (…) Hicieron parte de un mismo contexto social, pero sus búsquedas se contrapusieron”. En la película venezolana los punks forman parte de pandillas de sicarios y, en una escena, interrumpen a tiros en un concierto, donde la banda sobre la tarima era Víctimas de la Democracia, una de las agrupaciones musicales de más proyección entre las que frecuentaban el Ateneo de Caracas. La agrupación grabó 3 temas como aporte a la película: “Jungla de concreto”, “Jairo” y “Ciudad del abismo”, inmortalizándose así en su banda sonora original.
Rafael Uzcateguí
Sociólogo, libertario y defensor DDHH
Albúm: Víctimas de la democracia
No. 3 canciones
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No. 3 canciones